Salvador V. Peris nació el 23 de mayo de 1922 en Valencia desde donde se trasladó a Madrid para cursar Ciencias Naturales en la Universidad Central, se licenciaría en 1945.

Su interés por los Artrópodos se manifiesta pronto, pues no sólo obtiene matrícula de honor en esa materia sino que se vincula a la cátedra como Ayudante desde 1945-46, allí permanece hasta su marcha a Inglaterra, en 1947, para realizar su Tesis Doctoral.

Paralelamente, en 1944, entra en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como Ayudante de la Sección de Entomología y Epidemiología del Inst. de Medicina Colonial, y a lo largo de varios años permanece como becario o colaborador hasta que en 1954 y por oposición es nombrado Colaborador Científico. En 1959 es elegido Jefe de la Secc. de Faunística y Ecología Animal y en 1959 Investigador Científico del CSIC. Cuatro años después será Jefe del departamento de Zoología del Suelo y Entomología Aplicada; tras su fusión con el Inst. de Entomología en 1967, pasaría en junio de 1971 a Vicedirector de este último, llegando en septiembre de 1971 a ser Profesor de Investigación, en situación de supernumerario. En 1980 es nombrado Director del Inst. Español de Entomología, cesando al desaparecer este Instituto en enero de 1985. En 1985 fue designado Doctor Vinculado al Museo Nacional de Ciencias Naturales.

También en el CSIC ocupó cargos científico-administrativos, fue Vicesecretario del Patronato Alonso de Herrera, Secretario de la entonces Secretaría para el Estudio de la Fauna Ibérica, del Inst. de Edafología y Biología Vegetal, del Comité Español de la Unión Internacional de Ciencias Biológicas y Secretario General de la Comisión Ejecutiva Provisional para la Protección de la Naturaleza, CSIC.

Fue asesor científico en el CSIC como Vocal de la Junta de Gobierno del Inst. Nacional de Edafología y Agrobiología, miembro del Comité de Ciencias, Comisión Nacional de Cooperación con la UNESCO, Vocal de la Comisión Especializada en Zoología, de la División de Ciencias, Jefe del Grupo de Trabajo de Entomología y Agrobiología, Vocal del Consejo Técnico del Patronato Alonso de Herrera, Consejero de Fitopatología en la Junta de Gobierno del Inst. Nacional de Edafología y Agrobiología, representante del Patronato Alonso de Herrera, en el Patronato de la Estación Biológica del Guadalquivir, Consejero Adjunto del CSIC por el Patronato Alonso de Herrera, Vocal de la Junta Directiva de la Estación Biológica de Doñana, de la Comisión Técnica especializada sobre la Contaminación del Medio Ambiente por Plaguicidas del Patronato Juan de la Cierva de Investigación Técnica, de la Junta de Gobierno de la División de Ciencias y Consejero de Número del Patronato Alonso de Herrera del CISC.

A su vez fue miembro del Colegio Internacional de Expertos sobre Biología de las Zonas Aridas de la UNESCO, observador a la V Reunión Técnica de la UICN en Copenhague, Vocal de los grupos de Trabajo de la CAICYT, del Comité Ejecutivo de Ciencias de la Comisión Nacional de Cooperación con La UNESCO, y del Comité Internacional para la Exploración Científica del Mar Mediterráneo, Secretario del Grupo de Coordinación de Plagas y Enfermedades Vegetales en el Comité de Coordinación en el Campo de la Investigación Agraria de la CAICYT, patrono de la Fundación Entomológica Torres Sala de Valencia, Secretario del Comité ejecutivo Español del Programa de la UNESCO, “El Hombre y la Biosfera”, Vocal por la Universidad de la Comisión del Ministerio de Educación y Ciencia, en el Comité de Selección del Programa de Cooperación Internacional con Iberoamérica y Coordinador del Area 3 (Ciencias de la Vida) en el Gabinete Técnico de la CAICYT.

Desde enero de 1947 a marzo de 1949 trabajó en el Commonwealth Institute of Entomology y en el Depto. de Entomología del Museo Británico de Historia Natural de Londres, becado por la Junta de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores, elaboró el trabajo que constituiría su Tesis Doctoral, sobre dípteros Rhiniinae de la familia Calliphoridae, doctorado que obtuvo en 1950. Ésta estancia marcó muy positivamente su futura trayectoria científica, allí tuvo la oportunidad de estudiar materiales de distintas familias de dípteros de todo el Mundo, experiencia que le permitió, siempre, ver más allá de lo que permite el estudio de las faunas locales. Tanto en Inglaterra, como en otros lugares visitados entablaría extraordinarias relaciones con los entomólogos más prestigiosos con los que mantuvo una fluida correspondencia. Así ocurrió durante su estancia en el Depto. de Entomología del College of Agriculture de la Florida State University, Gainesville, y en otros centros extranjeros, universidades y centros de investigación, en los que realizó estancias cortas como en Grecia, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca, Suecia, Alemania, USA, la antigua URSS, Italia, Checoslovaquia, Argentina y Paraguay.

Viajero incansable, participó en numerosas campañas y expediciones científicas en América, Europa y Africa, sin contar las realizadas en España, reuniendo así una importante colección entomológica. La relación con Iberoamérica fue uno de sus proyectos más entusiastas, fruto de distintos viajes recíprocos, la colaboración con el Dr. Juan Carlos Mariluis del CONICET argentino, se materializó en la publicación de 5 artículos sobre califóridos neotropicales y la estancia de la becaria Blanca Barrios de Paraguay en la realización de su tesis doctoral.

En 1984, siendo director del Inst. Esp. de Entomología esbozó un proyecto para estudiar la fauna ibérica de invertebrados, pero la fusión con el Museo hizo zozobrar este intento. El proyecto lo retomaría años después un grupo de investigadores del Museo.

Intuyó, ante su progresivo deterioro, la urgencia de conocer la fauna entomológica de la S. de Guadarrama, fruto de esa inquietud fue un proyecto llevado a cabo en la Facultad de Biología, en el que se abordaron distintos grupos de artrópodos.

Su perfil docente se inicia en la Universidad Central de Madrid, durante los cursos 1959-1960, 1960-61, simultaneando su actividad con la del CSIC, como Profesor encargado de Biología de Selectivo, teniendo que cesar para acogerse a la plena dedicación en el CSIC. También impartió un curso de doctorado (1962-63, 1963-64) en la misma Universidad.

Esta trayectoria culminó al obtener por oposiciÓn la Cátedra de Zoología (Artrópodos) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla; allí explicaría “Zoología I y II” y “Ampliación de Zoología”, además de varios cursos de verano.

En 1969 por concurso de traslado vuelve a Madrid como Catedrático de Zoología de Artrópodos de la Facultad de Biología, posición que ocupó hasta su jubilación, en 1989. Durante este periodo imparte distintas disciplinas de la Licenciatura como “Biología”, “Entomología”, “Ecología” y “Entomología Ambiental” y cursos de Doctorado: “Hábitos alimentarios de Insectos” “Evolución en los Artrópodos” y “Entomología Taxonómica”.

Participó en la Gestión de la Fac. de Biología siendo Vicedecano de 1979-1982 y Director del Departamento de Biología Animal I (Zoología) de 1986-1989.

Después de su jubilación en 1989 la Junta de Gobierno de la UCM, a propuesta del Departamento, le otorga el nombramiento de Profesor Emérito.

Escribió unos 84 trabajos científicos, en los que describió 52 nuevos taxones para la Ciencia. Dirigió 35 tesis doctorales y 67 tesinas de licenciatura. Algunos de sus colegas le distinguieron con 21 taxones dedicados. Sus trabajos se centran fundamentalmente en los dípteros y especialmente en múscidos, califóridos y sarcofágidos, en los que es reconocido mundialmente. Fue autor de varios artículos en libros y tradujo del inglés otros tres. Participó en numerosos congresos.

En los 20 años que estuvo en activo, fue maestro de numerosos biólogos hoy dedicados a la docencia, investigación en diversas Universidades españolas y a otros ámbitos de la biología. Sus discípulos le recuerdan asequible, ameno, capaz de conversar sobre cualquier tema, con una cultura científica extraordinaria, y unos principios morales muy sólidos, poseedor de lo que él llamaba “motorcito” que le otorgaba una gran capacidad para transformar y proyectar la enorme energía que almacenaba. Nos enseñó que se puede trabajar, aún con escasez de medios, si se saben aprovechar los recursos. Supo crear una atmósfera cordial y de libertad entre sus discípulos, de la que él mismo parecía sentirse beneficiario. En fin, supo hacernos la vida agradable. Su tesón y voluntad para sobreponerse a las dificultades y limitaciones de los últimos tiempos, constituyen toda una lección de vida, su amor a la entomología y su compromiso le hicieron seguir activo hasta el final, testimonio de ello es un artículo póstumo en el que los “agradecimientos” parecen ser una sentida despedida.

No estuvo sólo en esta andadura, formó una maravillosa familia, su mujer Margarita, sus tres hijos y sus nietos, tuvieron que compartirlo con las moscas, no debió ser tarea siempre fácil y entendible. Sin embargo, caminaron juntos hasta el final, su amor y comprensión ayudaron a forjar su figura.